Hoy es mi cuarto día desde que regresé al psiquiatra. Me dieron Valproato de magnesio (Atemperator LP), es un anticonvulsivo y un estabilizador de ánimo. En una semana tendré al psiquiatra que me verá definitivamente durante esta etapa. Llegué ahí por obra de mi familia y una amiga, tenía casi una semana tirado en cama. Sin comer más que mi desayuno, sin beber más que un jugo y algo de agua, sin muchos deseos, sin preocupar a nadie. Los tiempos se dieron como para no preocupar a ninguno de mis cercanos, hasta que se dieron cuenta de que estaba de nuevo inmerso en esto y decidieron llevarme al médico.
Aunque son pocos días, uno puede sentir que el medicamento hace algo. Me hormiguea la cabeza, me siento más cansado de lo normal, pero menos irritable. No lo sé. Tal vez así sea mejor. El siguiente medicamento sé que me hará sentir peor en cuanto a los efectos secundarios, pero al menos uno se siente libre de pensar. Pensar se vuelve una especie de martirio cuando sólo piensas que ya no deberías seguir aquí. El dejar de pensar claramente es un proceso al que personalmente llamo "la niebla en la mente".
Más sobre esto en las siguientes semanas. Las primeras dos semanas con este tipo de medicamentos son las más cruciales.
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